Una venta privada de joyería en casa de Jade Jagger. Éste era nuestro plan incial para ayer por la tarde, pero acabó convirtiéndose en mucho más: Buscar una casa escondida en la carretera antigua de Portinatx, perdernos por mil caminos que no llevaban a ningún lugar, meternos -por error- en una espectacular villa privada suspendida sobre un acantilado con el bosque a nuestros pies y, finalmente, ser ‘rescatadas’ por una patrulla de la Guardia Civil que nos indicó el camino hacia uno de los secretos mejor guardados de la isla: el hogar de Jade Jagger.
Así fue como, tras más de una hora de ruta, nos plantamos en el lugar de la cita, una encantadora casita blanca de aires hippies con espectaculares vistas al bosque y al mar, donde recibimos una cálida bienvenida por parte de Jade Jagger. La diseñadora, muy bronceada y ataviada con un sencillo vestido blanco, nos guió hacia el interior de la vivienda. En la sala de la exhibición, una gran bungavilla de tonos rosados, minimalistas sofás blancos, un antiguo mueble tocador dorado, un precioso jardín con sombrillas plateadas y cojines de flores donde descansaban los esbeltos perros podencos de la artista.
En la imagen superior, vistas desde la casa de Jade Jagger. En la inferior, los podencos en el bello jardín.
Vista general de la sala donde se celebró la exhibición.
Hablamos con la diseñadora, que acaba de presentar su última colección de joyas y moda, muy inspirada en la India. En su segundo hogar en Goa, Jade ha creado una colección que define como “sensual y exótica”, en la que las protagonistas son las piedras preciosas como el rubí, el zafiro, el aguamarina o el coral. “Me fascina el trabajo de los artesanos de la India, los colores, descubrir cosas nuevas, como las semillas de árboles secretos, con una importante dimensión espiritual, que también he utilizado para mis creaciones”, nos contó la diseñadora, residente en Ibiza: “Estar aquí es otra fuente de inspiración: la gente, las playas, los colores, como el de la aguamarina, que recuerda a las aguas transparentes de la isla y que he utilizado en varias de las piezas. Quiero transmitir la sensación de un verano que nunca acaba”. Otra de las obsesiones de Jade son las calaveras y los talismanes, muy presentes en sus creaciones. “Los collares de calaveras de oro y diamantes son una protección contra la muerte. Me gusta crear joyas espirituales, para que quien las lleve sienta que son como una talismán”.